Lucha Reyes, la charra mexicana

Introducción

Dentro de la construcción del nacionalismo mexicano en las primeras décadas del siglo XX, se buscó crear imágenes representativas de la cultura mexicana, una masculina y la otra femenina. En el caso de la masculina, encontramos la consolidación de la figura del charro.

Un charro debía tener ciertas características, como: ser valiente, orgulloso de sus raíces, enorgullecerse de labrar la tierra, borracho, enamorado y cantador, además de portar con orgullo el traje de charro, vestimenta elegida como la representativa de la masculinidad mexicana. En este sentido, Jorge Negrete fue el primero en llevar esta imagen a su máxima expresión.

Por otro lado, tenemos a la mujer mexicana, en este caso la figura elegida fue la de la china poblana. En las películas podemos encontrar el estereotipo de mujer hermosa, pueblerina, sumisa, obediente, religiosa y que cumple con las normas morales establecidas en la época, que en general viste trajes típicos y si se representa una fiesta aparece de inmediato la indumentaria de la china poblana, es este sentido las canciones son las que comienzan a propagar el uso de estos vestidos. Actrices como Gloria Marín y Esther Fernández.

Hubo una mujer que llegó al cine mexicano, que de alguna manera rompió con los cánones para las mujeres. Esta mujer fue Lucha Reyes, aunque no era actriz y en realidad sus participaciones en las películas eran más bien pequeñas con números musicales, su presencia dejó marcada una huella, pues el estilo único en su interpretación, sumado a sus actitudes fuertes y gallardas, marcaron un nuevo tipo de mujer dentro del cine. En este artículo, quiero analizar las actitudes de Lucha Reyes y por qué se le puede considerar como una charra, pues cumple con todas las características que tenían los hombres y ella rompe con esos roles de género establecidos.

Lucha Reyes, la Charra mexicana.

Lucha Reyes, marcó un parteaguas en la canción vernácula, por un lado, se consolidó como la primera reina del mariachi y marcó las pautas para la construcción de la cancionera mexicana, pero, por el otro, rompió con ciertos cánones como su problema con la bebida, en especial, el tequila.

Lucha Reyes: mujer fuerte, brava, valiente, entrona y con mucha gallardía. Estas son algunos de los conceptos que podemos rescatar de la figura de esta gran cantante. De alguna manera, Lucha esta emasculada, pues adoptaba ciertas actitudes fuertes y retadoras en su forma de cantar e interpretar las canciones rancheras, además estas actitudes no eran mal vistas por los hombres, ya que, de alguna forma, en las cintas en las que participó, se puede notar el respeto de los hombres hacia ella. Hasta en el caso de la película ¡Ay Jalisco, no te rajes!, cuando Jorge Negrete le pellizca una nalga y ella voltea bravucona, el no se atreve a darle la cara y hacerle frente.

Pero, el beber tequila todo el tiempo, le da un plus, pues ella está dentro del estereotipo del charro mexicano como buen bebedor de tequila. Aunque José Alfredo Jiménez escribió unos años después la estrofa que dice: “quise hallar el olvido al estilo Jalisco”, Lucha Reyes, así olvidaba sus penas. El tequila, fue para ella muchas veces su único compañero, el único que la hacía olvidar, el único que la consolaba.

La canción “La Tequilera”, su autor, Alfredo, se la compuso especialmente a Lucha, pues su problema con esta bebida era innegable, pero la canción tiene varias partes interesantes, por ejemplo:

“Como buena mexicana sufriré el dolor tranquila

Al fin y al cabo mañana tendré un trago de tequila”

Esta estrofa, podemos leer cómo Lucha era una buena mexicana, aguantadora, pero siempre con el tequila como el recurso permitido para aliviar sus penas, al igual que los charros que pasa calmar sus penas de amor se iban a la cantina a tomar esta bebida. Se dice que en sus presentaciones, Lucha siempre estaba acompañada de una botella de tequila y cuando el sentimiento era mucho y sentía que ya no podía salirle la voz, tomaba un gran trago para poder seguir cantando.

Lucha Reyes siempre será recordada por el pueblo mexicano como una de las mejores cantantes, primero teniendo una voz de ángel, después, por una infección en la garganta quedó esa voz rasposa, pero tan profunda que es capaz de llegarle al alma de todo aquel que la escucha.