El tequila

Introducción

El tequila es una de las bebidas más importantes del país. Como tal, su origen se remonta a la Nueva España y pronto se convirtió en una de las bebidas destiladas más importantes del país. Para el siglo XIX, ya se había arraigado dentro de la cultura popular y a inicios del siglo XX, con el estallido de la revolución, fue fuente de inspiración para algunos corridos.

Alrededor de 1930, el cine mexicano comenzó su época de oro; en la búsqueda por consolidar una imagen nacionalista, la figura del charro y el ambiente jalisciense fueron los elegidos para serlo. Entre las características del charro, encontramos la idea del hombre envalentonado, armado, enamorado y buen bebedor de tequila.

En este sentido, el tequila comenzó a configurarse como la bebida nacional, pues ya era parte de la vida cotidiana de la mayoría de los mexicanos. Muchos compositores de la época de oro del cine mexicano lo utilizaron como fuente de inspiración para sus creaciones.

El tequila y José Alfredo.

José Alfredo Jiménez, uno de los mejores compositores mexicanos de todos los tiempos, tuvo como una de sus principales fuentes de inspiración la borrachera, principalmente con tequila.

En muchas de sus obras podemos destacar la presencia del alcohol, que generalmente se refiere al tequila, como el mejor remedio contra el mal de amores, por ejemplo, está la canción de “Besos de tequila”, podemos encontrar una serie de referencias a Jalisco, al amor y por supuesto, al tequila.

Ay amor amor de jalisco lindo
Un tequila y un beso el mismo día
Para andar de borracho
Y seguirte queriendo todavía
Un tequila y un beso el mismo día
O prefiero tus labios o prefiero la copa
Tú me dices lo que hago, vida mía

Yo te voy a adorar
Y me voy a entregar
Con las fuerzas del hombre que no tiene
Tú lo vas a sentir y tendrás que vivir
Este amor que tal vez te conviene
Y si no pues mala suerte cariño

Ya que se haga de noche, el mismo día
Veme abriendo los brazos
Y volvemos las penas, alegrías
No hay un beso más lindo, todavía
Con sabor a tequila, a la luz de la luna;
Hay que darse ese beso, vida mía

Yo te voy a adorar y me voy a entregar
Con las fuerzas del hombre que no tiene
Tú lo vas a sentir y tendrás que vivir
Este amor que tal vez te conviene